En esta ocasión realizamos la prueba de arranque de un motor recién instalado. Este procedimiento, aunque pueda parecer sencillo, es uno de los pasos más críticos para garantizar que un equipo nuevo funcione de manera segura y eficiente desde el primer momento.

Verificación de parámetros eléctricos

Antes de energizar el motor, revisamos detalladamente los parámetros eléctricos. Confirmar que la tensión, corriente y protecciones correspondan a las especificaciones del fabricante es esencial para evitar daños al motor o al sistema de control. Una configuración incorrecta en esta etapa puede convertirse en un problema costoso más adelante.

Revisión de conexiones

Cada punto de conexión fue inspeccionado cuidadosamente. Terminales flojas o cables mal ajustados son una de las causas más comunes de fallas en los motores. Al asegurar que todas las conexiones estén firmes y correctamente colocadas, prevenimos calentamientos, falsos contactos y riesgos eléctricos que podrían comprometer la operación.

Encendido inicial bajo supervisión

El primer arranque siempre se realiza bajo supervisión técnica. Esto nos permite observar el comportamiento del motor, verificar que arranque de manera uniforme y que no existan ruidos, vibraciones o condiciones anormales. Supervisar este paso asegura que cualquier detalle pueda corregirse de inmediato, sin afectar la operación de la planta.

Resultado

Gracias a esta prueba de arranque, prevenimos posibles paros inesperados y aseguramos que la línea de producción funcione correctamente desde el inicio. Un motor nuevo, probado y validado, brinda confianza para trabajar sin interrupciones.

Conclusión

Realizar una prueba de arranque a tiempo no es solo una formalidad, es una estrategia para evitar problemas mayores en producción. Cada detalle revisado antes de la operación es un paso más hacia una planta confiable y segura.